Sin duda, una de las ciudades más bellas de España. Conocida también como "la Ciudad Dorada", Salamanca invita a pasear por sus encantadoras calles cargadas de historia y arte y a descubrir sus numerosos monumentos y atractivos.
Su estilo barroco caracterizado por su abundancia de adornos y decoración la convierten en una de las más bellas plazas mayores castellanas. Bajo sus hermosos arcos se encuentran multitud de bares, restaurantes y cafeterías. Puedes completar tu visita acercándote a la Plaza del Corrillo, la Plaza de los Bandos, y la Plaza del Mercado, donde podrás conocer los increíbles productos gastronómicos salmantinos.
Datadas en diferentes momentos de la historia, Salamanca alberga dos catedrales: la Catedral Nueva y la Catedral Vieja. Según los escritos ésta última se mantuvo porque había que tener un lugar para el culto mientras discurría la construcción de la Catedral Nueva. La Catedral Nueva fue una de las últimas manifestaciones del gótico español y su campanario está considerado uno de los más altos de España.
Fundada por el Rey Alfonso IX en 1218, la Universidad de Salamanca es indudablemente un icono de la ciudad. Cargada de simbolismo e historia, la Universidad dota a la ciudad de su marcado carácter jóven de ambiente estudiantil. Adéntrate en este maravilloso monumento al conocimiento y descubre todos los rincones de la que es la más antigua universidad de España.
Sin duda uno de los lugares más emblemáticos de la arquitectura salmantina. Numerosas leyendas versan sobre la historia de esta casa que es muestra del arte isabelino. Actualmente entre sus paredes se encuentra la biblioteca pública de Salamanca y un edificio de información.
Salamanca cuenta con dos impresionantes conventos, el Convento de las Dueñas y el de San Esteban. El Convento de las Dueñas es una clara representación del estilo mudéjar, gótico y renacentista así como su espectacular claustro. No dejes de visitar el convento de San Esteban y su espectacular fachada cargada de imágenes religiosas talladas entre las que se encuentra el martirio de San Esteban, una de las más significativas.
Entre los productos típicos de la gastronomía salmantina destacan los deliciosos embutidos y el farinato, una tipo de embutido elaborado a base de grasa de cerdo, migas de pan, cebolla, aceite de oliva y otros condimentos como el anís. Suele acompañarse de huevos fritos. Otras maravillas gastronómicas de Salamanca son el jamón de Guijuelo, la carne de Morucha, la lenteja de la Armuña y el vino de las Arribes.